Los lugares que son Patrimonio de la Humanidad en Andalucía
La comunidad de Andalucía es sin duda uno de los grandes reclamos turísticos de España, hasta el punto que varias de las cosas que en el extranjero se asocian a la cultura y forma de vida de nuestro país son esencialmente andaluzas. En esta ocasión, vamos a detenernos en esta región del sur para conocer los lugares que, desde 1984 en adelante, se han ganado el reconocimiento de la UNESCO y forman parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad.
Centro histórico de Córdoba
La lista del Patrimonio de la Humanidad comenzó en 1977, pero no sería hasta 1984 cuando aparecieron en ella los primeros lugares de España. De entre aquellos primeros lugares, como la Catedral de Burgos o el Monasterio de El Escorial, estaba el centro histórico de Córdoba, una declaración que preservaba así no sólo la Mezquita y el Alcázar, sino también otros muchos monumentos como el Puente Romano, el Palacio Episcopal o la Sinagoga.
La Alhambra de Granada y el Albaycín
En 1984 también se incorporó a la lista del Patrimonio de la Humanidad otro lugar de Andalucía: la Alhambra de Granada. Hablamos del monumento más visitado no ya en la región andaluza sino en toda España y que siempre es reconocido como uno de los tops en cuanto a Patrimonio de la Humanidad que no hay que perderse. Diez años más tarde, se incluyó en la declaración al barrio granadino del Albaycín, el mejor mirador para ver uno de los atardeceres más famosos del mundo.
Catedral, Alcázar y Archivo de Indias en Sevilla
Tres años después de Granada y Córdoba, en 1997, la lista del Patrimonio de la Humanidad se abría para Sevilla, la capital andaluza, con la inscripción conjunta de tres monumentos. Uno de ellos es la Catedral de Sevilla, la obra cumbre del gótico, junto con su Giralda. El otro, el Alcázar, ahora famoso a nivel mundial gracias a Juego de Tronos. Y el tercero, el Archivo de Indias, de cuando Sevilla y su puerto eran el nexo con el nuevo mundo.
Parque Nacional de Doñana
El canario Parque Nacional de Garajonay fue el primer enclave natural español en ser Patrimonio de la Humanidad. Le siguió, en el año 1994, el Parque Nacional de Doñana, un espacio de más de cien mil hectáreas protegidas (entre parque nacional y parque natural), en la provincia de Huelva (y parte de Sevilla y un poco de Cádiz). Considerada como la mayor reserva ecológica de Europa, con una flora inmensa y una fauna en la que destacan cientos de especies de ave y, como no, el lince ibérico.
Arte rupestre en el Mediteráneo
En 1998 la UNESCO incluyó en el Patrimonio de la Humanidad al Arte rupestre en el arco del Mediterráneo en la Península Ibérica, dado a la gran cantidad de lugares que podemos encontrar en toda esa zona con vestigios del neolítico. La declaración incluyó varias provincias de toda España, incluyendo dos andaluzas: Granada, con dos yacimientos protegidos en Almaciles y Huéscar, y Almería, con varios yacimientos protegidos en María y sobre todo en Vélez Blanco.
Úbeda y Baeza
En la provincia de Jaén nos podemos encontrar dos ciudades que, desde el año 2003, forman parte del Patrimonio de la Humanidad, en una declaración conjunta que las destacaba por sus conjuntos monumentales renacentistas. Son Úbeda y Baeza, dos ciudades hermanadas, olivareras y en las que, calle a calle, piedra a piedra, descubrirás un rico patrimonio que demuestra el esplendor que un día tuvieron.
Dólmenes de Antequera
Hasta el año 2016 no volvió a destacarse otro lugar de Andalucía como Patrimonio de la Humanidad. Fue gracias a la declaración del sitio de los Dólmenes de Antequera. En esta declaración se incluían tres monumentos megalíticos, conocidos como dolmen de Menga, dolmen de Viera y dolmen de El Romeral, y además se incluían dos espacios naturales: la Peña de los Enamorados (conocida popularmente como El Indio) y el maravilloso Torcal de Antequera.
Medina Azahara, en Córdoba
En el año 2018 la ciudad de Córdoba vuelve a aparecer en la lista del Patrimonio de la Humanidad con otro sitio que, de momento, es el último lugar andaluz en ser añadido. Se trata de la ciudad califal de Medina Azahara, un yacimiento a las afueras de la ciudad que Abderramán III mandó construir y que cuya vida fue efímera en el tiempo. Pese a ello, los restos que podemos visitar prueban lo fastuosa y maravillosa que fue el corazón político del califato omeya.
Foto 1 | Flickr – Nuogein
Foto 2 | Flickr – Durdaneta
Foto 3 | Flickr – Andrew Baldwin
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