Mercado de San Miguel, una fiesta para los ojos y el paladar

Si estás en Madrid no debes dejar pasar la oportunidad de conocer el Mercado de San Miguel. Instalado junto a la Plaza Mayor, destaca por conservar su estructura de hierro de principios del siglo XX. Actualmente y tras su restauración, el mercado tradicional se ha convertido en un lugar donde encontrarás y podrás probar todo tipo de alimentos de la más alta calidad.

Aunque los precios son un poco elevados, por poner un ejemplo, una banderilla (de aceitunas) puede costar un euro, o una croqueta un euro cincuenta; por mucho que te resistas acabarás probando un poco de todo. La gracia del mercado consiste en que todo está minuciosamente cuidado, desde la exposición de los productos hasta el ambiente cálido del lugar. Hay varios puestos de tapas al más puro estilo gourmet, puestos de jamón serrano de la más alta calidad, puestos de comidas típicas extranjeras y españolas y por supuesto un muestrario de bebidas donde encontrarás los mejores caldos.

Personalmente, tengo que destacar los montaditos de jamón ibérico o el puestecito de encurtidos, todos están buenísimos. Llama mucho la atención cuando entras por la puerta más cercana a la Plaza Mayor el puesto de fruta. Es una explosión de color que te atrapa. Toda la fruta está perfectamente colocada y tiene tan buen aspecto que dan ganas de llevarse un poco de todo. Los puestos de repostería también son muy llamativos y variados.

Mi consejo es que si tienes planeado visitarlo no lo dejes para la hora punta del vermout porque estará colapsado de gente y aunque en el centro hay taburetes para degustar lo que compres seguramente será difícil hacerse con un hueco. Es mejor ir un poco antes, sobre las doce para disfrutar de todos los aparadores y después seguir tapeando en otros locales cercanos.

Vía | Mercado San Miguel
Foto | Flickr-Jlkinsel

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