Nos vamos de viaje a Dinamarca, de viaje gastronómico. Y aunque no nos vamos a ir al Noma de Copenhague, uno de los restaurantes mejor valorados del mundo, al menos os vamos a descubrir la gastronomía del país escandinavo en un breve resumen, con cinco platos típicos de Dinamarca que, de seguro, probaréis si pasáis por la capital o alguna de las otras bellas ciudades de este país.
Probablemente estamos ante el plato más famoso de la cocina danesa, habitual para la hora del almuerzo. Se trata de una rebanada de pan negro, normalmente pan de centeno, untada de mantequilla y con diversos ingredientes fríos encima: pescado (imprescindible), algo de carne (normalmente salchichas), verdura, queso … Un sandwich de preparación rápida, donde puede primar la imaginación, pero que se come con cuchillo y tenedor.
Como aperitivo para abrir el apetito, es lo de más común que te pongan salmón, más que nada porque es uno de los productos más fáciles de conseguir en los países escandinavos. El salmón se presenta curado en salazón, y especiado con eneldo. A veces es normal que se le eche también azúcar y unas gotitas de mostaza, e incluso que vaya sobre una tosta en lugar de que se presente sobre el plato.
Es el principal asado que se prepara en el país danés, tan típico que suele ser el plato principal de las casas danesas en celebraciones como la Navidad. Lo tradicional es asar el lomo de cerdo directamente sin quitarle la piel en un horno de leña, previamente salpimentado y especiado con clavo y laurel. Imprescindible para acompañar las papas caramelizadas, unas patatas que se bañan en una salsa de caramelo.
Aunque a los daneses les pirra más la carne en sus múltiples variantes (ya sea en asado, estofado, chuletas o las gracias al Ikea famosas frikadeller), el pescado también es muy importante en su dieta. Pescados muy propios de la zona como el arenque, tan propios que su comercio fue lo que hizo crecer Copenhague siglos atrás, y que si es de tu gusto lo vas a poder comer de muchas formas: ahumado, marinado, frito o, incluso, en salsa de curry.
Literalmente traducido como pan de Viena, no se trata de un pan al uso sino de un dulce de origen danés y popular en otros países escandinavos como Suecia o Noruega. Es una especie de croissant que se elabora con harina, huevos, leche, mucha mantequilla y levadura, que se presenta en forma de pretzel o lazito y que los daneses se suelen reservar para caprichos de domingo o día festivo.
Foto 1 | Flickr – Cyclonebill
Foto 2 | Flickr – Lars Plougmann
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