
Calouste Gulbenkian fue todo un personaje. Un ciudadano armenio, nacionalizado británico y afincado en Portugal, pero que en realidad hizo negocios en Oriente Medio, en el sector del petróleo. Y a todo eso, hay que sumar una pasión desmedida por el arte que le llevó a gastar su fortuna en obras de todo tipo y de todas las épocas.
Al oeste de Setubal, una ciudad que está a media hora de camino de Lisboa, encontramos una serie de sierras prácticamente pegadas al mar. Tenemos la Sierra de Risco, la de San Francisco, la de San Luis, la de Louro o la de Arrábida, cuyo nombre se toma prestado para identificar a toda la región.
Como ya os contamos, en Cascais no solamente podréis disfrutar de las playas y codearos con la jet-set que todavía queda en el puerto deportivo, también podéis apostar por actividades culturales como ir de museos. Y uno de los museos más interesantes que podéis visitar es el que hay en el Faro de Santa Marta.
Ir a la ciudad de Sintra es una de las excursiones típicas que se hacen desde Lisboa. Y ya dentro de esta localidad, que está tan sólo a una media hora de la capital, la visita más típica que se puede hacer es al Palacio da Pena.
Una de las cosas más características de Portugal, de las más tradicionales, son los azulejos. Por eso, no os debe de extrañar lo más mínimo que en Lisboa haya un museo dedicado a esto, porque en este país el azulejo es algo más que un simple elemento decorativo, es una forma también de contar historias.
No hace mucho que os hablamos de la Lisboa Card, cuya principal ventaja es que ofrece transporte gratuito. Pero si esa tarjeta no os convence o no os sale a cuenta, os presentamos ahora otras tarjetas que os van a venir bien a la hora de moveros por la ciudad.
La capital de un país para el que el mar ha sido tan importante, para el que la navegación ha sido parte fundamental de su historia, tenía que tener un museo dedicado a ello a su altura. Así pues, en Lisboa no falta el Museo de la Marina, que podéis encontrar en el famoso Monasterio de los Jerónimos, en la zona de Belem.
Con permiso de Cristiano Ronaldo, el mejor futbolista portugués de todos los tiempos es Eusebio. Conocido como la Pantera Negra, el ex jugador falleció en enero de 2014 pero sigue siendo un ídolo, muy querido especialmente por la afición del Benfica, el equipo en el que desarrolló prácticamente toda su carrera futbolística.